Cinco opciones para financiar la reparación de tu coche

Este fin de semana comienzan las ansiadas vacaciones de verano, entre escapadas, viajes y relax. Y disfrute de un viaje tranquilo, ya que el automóvil es uno de los medios de transporte de vacaciones más populares.

Para evitar sorpresas, es una buena idea poner a punto tu vehículo, que es una revisión minuciosa que confirma que está listo para afrontar viajes largos con seguridad.

Es posible que el automóvil necesite ser reparado, lo que devastará el presupuesto de vacaciones. Una opción es financiar el acuerdo para que tenga el menor impacto posible en los planes ensamblados.

1.- Préstamo al consumo:

Es una de las opciones de financiación más conocidas y, tras las hipotecas, con las que se pueden obtener mayores cantidades. Además, de la lista, es la que tiene menor interés y plazo de devolución. Desde que se concede hasta que el dinero está en tu cuenta, pueden pasar varios días, desde 72 horas hasta un par de semanas. Además, es probable que no puedas solicitarlo para reparar una avería del coche, por complicado que sea, ya que la mayoría de entidades exigen una cantidad mínima.

2.- Solicitar un anticipo de nómina:

Es una opción de financiación que los bancos facilitan a clientes con buena trayectoria (no han estado en una lista de infractores, por ejemplo) y buen perfil (tienen unos ingresos estables) que, además, tienen varios productos contratados con ellos. . el dinero está en tu cuenta rápidamente: 24 o 48 horas después de que se acepta la solicitud y normalmente no se cobran intereses. Al menos alguna comisión. El importe máximo al que se puede aspirar está limitado y es la suma de un número determinado de nóminas, entre tres y 12. El plazo de devolución varía según el importe.

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3.- Préstamo anticipado:

También destinado a clientes con buena trayectoria, suele ser la entidad la que les informa de la posibilidad de contratarlo. Puede registrarse en línea, por teléfono, en sucursales bancarias o cajeros automáticos, y el dinero está en su cuenta aproximadamente 48 horas después de la aprobación. Es decir, más caro que un préstamo de consumo pero más barato que una tarjeta de crédito.

4.- Tarjeta de crédito:

Da la posibilidad de aplazar el pago de las compras realizadas con él. Hay entidades que ofrecen la posibilidad de cómo pagarlas: todo de golpe, saldar un porcentaje de la deuda, una mensualidad fija… Si la tarjeta está operativa, el importe está disponible de forma inmediata. El límite depende del perfil del cliente y del tipo de tarjeta. Los intereses son superiores a los de las hipotecas, tanto de consumo como preconcedidas, y en algunos casos pueden superar el 25%.

5.- Mini préstamo:

Por sus características, sólo deben utilizarse en ocasiones excepcionales, no como método habitual de financiación ya que existe riesgo de sobreendeudamiento. Los importes, entre 800 y 1000, los más bajos de los productos presentados, están disponibles casi en el momento de la concesión del préstamo. Y deben devolverse en una suma global dentro de un mes (a veces dos). Las cuotas que hay que pagar en un minicrédito son superiores a los intereses de una tarjeta de crédito.

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